lunes, 4 de abril de 2011

GURÚ MANUEL, GURÚ MANUEL, ...

Sé que os preguntabais a qué se debió esta ausencia tan continuada. Tres años y medio o cuatro es mucho tiempo. Imagino que vuestra zozobra os sobrecogió como sobrecogió aquel toro a Paquirri. Me consta que aquella falta de apetito por la que culpabais al fútbol, a la pareja y al jefe, tenía una explicación más profunda en la desazón producida por una ansiedad de vacío. El juanete, ese juanete que os afloró en el pié, no era un juanete hereditario, era el juanete de la soledad, de la tristeza, del abatimiento.¿Y qué me decís del uñero del pie? Sí, el del dedo gordo del juanete. Ese uñero no hace otra cosa que expresar en la superposición de capas y más capas de queratina una necesidad inquietante de tapar compulsivamente la raíz de su yo. Sé también que todos estos sufrimientos y estas penurias que me cuenta el presidente del Club de Fans “Rigoberto, el Reportero Incierto, de la Comarca del Sar” han cesado. Por fin para vosotros ya está “on” este Reportero que os habla del que la sagacidad, la profesionalidad y la oportunidad constituyen su bandera como periodista de reconocido prestigio. Y no nos olvidemos de la sencillez, pero sobre todo, facultad de la que me enorgullezco, de la enorme humildad que atesoro. Por todo esto y por escribir un rato os voy a contar qué hice de mi persona y por dónde la personé durante todo este tiempo.

Hacía tres meses que me habían instalado el marcapasos. Tarareaba en la redacción la canción de los Hombres G mientras desenvolvía mi bocata de san jacobo con doble de rebozado. Soseaba mi hora del break de mediodía cuando la vi. Me sobrecogí como vosotros, Paquirri y más tarde Paquirrín. Me había salido una verruga en el nudillo del meñique derecho. La observé un rato. Extendí y encogí la mano. Estéticamente no ayudaba en nada. “¡San Antonio de Herbón!”, exclamé mientras pensaba “¡Leche de higo!”. El nitrato de plata podría ser efectivo. Busqué en Internet el mejor remedio. Así conocí al Gurú Manuel. Su anuncio estaba en una página de remedios caseros.





El bueno de Gurú Manuel, Gurú Manuel,…


Ese día tuve una actividad interior frenética. No se me quitaba de la cabeza aquel Gurú, el Gurú Manuel, hasta su nombre me sonaba bien. Gurú Manuel, Gurú Manuel,…recitaba una y otra vez en mi sesera. Aquello me parecía música extrasensorial. Un halo de paz inundaba mi ser como un halo de temporales inundaba un arrozal. Algo de lo que desconozco su razón, me decía que debía abandonar todo lo presente e ir en busca de Gurú Manuel, Gurú Manuel…


Dicho y hecho, no avisé a nadie, desaparecí. Cogí cuatro bártulos y me encaminé hacia la India en busca de un “nosequé” o un “nosequemás”. La energía fue tal que ese mismo día fue el primero de mi peregrinaje. Atrás quedaron un trabajo estable, una pila de vajilla en la cubeta pendiente de fregar y un intenso olor a pies que me acompañaba desde hace años. Lo dejé todo. Todo, menos la verruga. Ahora eran dos las frases que recitaba en mi mente: “Verruga” y “Gurú Manuel, Gurú Manuel…”. Repetid conmigo: “Verruga, verruga, Gurú Manuel, Gurú Manuel…” El camino no fue fácil. Hubo intensas situaciones y emociones que no tengo tiempo de relatar. Nunca me lo hubiera imaginado, pero es cierto, preguntando por un nosequé o, incluso, por un nosequemás llegas a todas partes. Y yo, llegué a la India. Concretamente a Bombay, al Taj Majal, bueno, al Taj Majal no, a una caseta entre improvisada y prefabricada que había a dos manzanas de tiempo. También comí castañas, no las recomiendo, las indias son amargas. Allí ví de lejos a Gurú Manuel, Gurú Manuel…


RIGOBERTO (R).- ¡Gurú Manuel, Gurú Manuel…! – recitaba en alto para llamar la atención del anciano.- ¡Gurú Manuel, Gurú Manuel…! – elevé el tono. Llegué a cantar. Se le veía despistado, como en trance. Estaba como en su mundo. Me paré, lo observé y descubrí el maravilloso mundo de ¡Gurú Manuel, Gurú Manuel…! Giró su cabeza lentamente hacia mí y me atornilló con sus ojos mirones. Se dirigió a mí con templanza y armonía. Me dijo:


¡GURÚ MANUEL, GURÚ MANUEL…!.(GM,GM,…).- Te esperaba. – me lo dijo muy lentamente. Creo que tardó tres minutos en decir esas dos palabras. Me esperaba pero, a la vez, no tenía ninguna prisa. Esos tres minutos fueron como si esos tres minutos fueran para mí tres minutos eternos.


R.- Vengo a que me cures esta verruga. – se la mostré. Cogió mi mano y se la acercó para observar la verruga. Estuvo tres minutos mirándola fijamente. Después levantó su cabeza y volvió a atornillar sus ojos en los míos. Después de tres minutos me dijo muy lentamente:


GM,GM,….- Te esperaba. – con el tiempo supe que ¡Gurú Manuel, Gurú Manuel…! después de alcanzar su máximo estado espiritual ralentizó su metabolismo al extremo de tener una pulsación cada tres minutos. Era en ese momento, cuando latía, cuando podía avanzar en su devenir. En ese momento me di cuenta de que lo de mi verruga iba para largo. Y efectivamente, pasé un largo tiempo con ¡Gurú Manuel, Gurú Manuel…!


Las enseñanzas de ¡Gurú Manuel, Gurú Manuel…! eran sencillas pero transcendentales. Para sus lecciones siempre utilizaba una misma frase. Con esa frase era suficiente. Daba igual el contexto en el que se diera. Él siempre encontraba el momento de colocar esa frase en cada situación y cuando la decía, desprendía una sabiduría que traspasaba lo racional. No sé si lo entendéis.


Os voy a poner un ejemplo:



Niños comunes de Bombay, hacen balones pero no juegan.


En cierta ocasión se acercaron por la caseta un grupo de niños comunes de la ciudad. Los niños son muy comunes en la ciudad de Bombay. Pertenecen a la casta descastada del niño común. Vagan por las calles en busca de alimento. Son niños con dientes o sin ellos que hacen balones pero no juegan. Se mostraron en la corta distancia al ¡Gurú Manuel, Gurú Manuel…! que permanecía en la inconsistencia de su kiosko. Empezaron a pedirle comida. Sobre todo pedían gusanitos, cantimploras verdes y gominolas. No querían ningún cuento, ni ningún fascículo coleccionable, ni tan siquiera una postal. Sólo comida. El anciano no pestañeaba. Los niños no paraban de llamar su atención. Se acercaban cada vez más a la ventanilla del kiosco con una mezcla de ansiedad no contenida y temor. Tenían la comida a la vista pero allí estaba inmóvil el bueno de ¡Gurú Manuel, Gurú Manuel…! imponiendo con su presencia. Los niños ya no aguantaban más, los ruídos que hacían sus tripas estaban desacompasados y ningún favor hacían en aras de la armonía que sustentaba a ¡Gurú Manuel, Gurú Manuel…! Había uno muy moreno y muy nervioso. Común, pero nervioso. Se envalentonaba y desafiaba al maestro. De repente le echó una mano a una bolsa de gusanitos y sucedió. El ¡Gurú Manuel, Gurú Manuel…! traspasó la ventana de su chiringuito e impactó con su puño en los morros del pequeño y común niño de Bombay.


GM,GM….- Te esperaba. – tanto los niños comunes como yo nos arrodillamos delante de ¡Gurú Manuel, Gurú Manuel…! y lo adoramos. Habíamos aprendido una gran lección de la vida. Después de los dolores y las adoraciones me di cuenta que en una foto que le hice a los niños, que al comúnmente tildado por mí de nerviosillo, le había ventilado dos dientes. Y, al parecer, no era al primero que se lo hacía.


Pero a mí lo que verdaderamente me impactó en los morros, no fue ese seco, certero y experimentado puñetazo, fue que por primera vez, en todo mi peregrinar, algo me decía que ese viejo canoso inmóvil, que dice “Te esperaba” cada tres minutos, me iba a curar mi verruga del nudillo. Por cierto, su nombre me recuerda a una doncella castellana que se llamaba “Verruga del Nudillo”. También era manceba. Pero no nos desviemos del tema. Sin pensármelo, me planté delante de él y se la mostré. Él miraba hacia el infinito, yo creo que estaba haciendo tiempo para que se cumpliesen los tres minutos. Yo, nervioso, se la volví a mostrar y me salió un “¡Verruga!" un poco vehemente. Él descendió su vista hasta mi mano y dijo:


GM,GM….- ¿Verruga? Ja, ja, ja – una carcajada corta, nerviosa. Yo miré mi mano y Verruga del Nudillo había desaparecido. Silencio. Ruido. Silencio. Ruido. Era su devenir. Sentí como si mi camino terminara en ese momento. La meta física y mental estaba conseguida. Decidí volverme, cogí mis cuatro bártulos y cuando me estaba girando hacia el puerto enfilando mi camino de vuelta escuché:


GM,GM….- ¿Verruga? Ja, ja, ja – una carcajada corta, nerviosa. No me quise girar pero comprendí cómo ¡Gurú Manuel, Gurú Manuel…! había absorbido desde su interior a Verruga del Nudillo y se la había quedado. Ahora, una vez regresado a mi hogar, encontrado un nosequé y, sobre todo, un nosequemás, fregados los platos del fregadero, recuperado mi intenso olor a pies, me imagino que cada tres minutos ¡Gurú Manuel, Gurú Manuel…! soltará un:


GM,GM….- ¿Verruga? Ja, ja, ja – otra carcajada corta, nerviosa.


De Rigoberto, o reporteiro incerto, para HUMORRISKMAN.

viernes, 20 de marzo de 2009

NOTICIA DE ALCANCE: ¿PETRÓLEO EN PADRÓN?





Foto: A simple vista un paso de peatones en reformas.
Pero,... ¿qué se oculta realmente debajo?



Un rumor corrió como la pólvora el Viernes en Padrón. En todos los rincones del pueblo se montaron corrillos para comentar la noticia. El rumor decía así:

“¿No sabéis las obras de los pasos de peatones del adoquinado del Souto y del Espolón?, pues debajo de esos adoquines (pausa y descenso progresivo del tono) han aparecido cosas… Primero fue en el del Espolón. Estaban unos operarios personándose en su trabajo, cuando… (pausa) encontraron algo. Ese algo no era un algo común, no era un algo cualquiera, ese algo era… (pausa) algo. Algo importante. Era un fragmento de un bidón romano del siglo en que los romanos estuvieron en Padrón, bueno, de cuando el puente y eso. Rápidamente vinieron autoridades y reclamaron a técnicos de la xunta. Éstos, una ver personados (ahora sí) sobre el terreno, verificaron la autenticidad del hallazgo y ordenaron una excavación más exhaustiva de esa forma única de la que hacen gala los técnicos de la xunta. Inmediatamente, se comenzaron las actuaciones sobre el otro paso de peatones. También aparecieron restos. Unos y otros restos formaban una estructura hidráulica del momento, pero no podía ser de agua por la prueba del Carbono 15, que supera en 1 a la del Carbono 14. Resumiendo, que había una torre de bombeo de petróleo de la época romana, en cada paso de peatones. Y no sabéis lo más importante (ilusionado): Han insistido más y han encontrado…!!!PETRÓLEO¡¡¡ Petróleo en Padrón. (alegría y alboroto y coro festivo) ¡A la bin, a la ban, a la bim-bom-ban, Padrón, Padrón y nadie más! (El contador de rumores pide silencio, parece que tiene algo más que decir). Se dice …, se dice… que van a restaurar la zona, van a dar combustible gratis y en la fuente de los tres leones, se repartirán gratuitamente diesel, súper y normal respectivamente y que vamos a ser RICOS.”







Foto: Aquí, supuestamente, está el paso cebrano en el que se encontró la primera pista.


Antes de nada, felicitar al autor de este rumor. Quizá uno de los mejores rumores de la historia. Un rumor que abre unas perspectivas cuando menos singulares al futuro de este pueblo. Un rumor que a medida que llegan las conclusiones de la investigación va adquiriendo más carácter de noticia.

Ahora se pregunta este profesional aunque humilde reportero:

* ¿Cómo afectaría la confirmación de este rumor a la vida de los padroneses en cuanto a su adaptación al modo de vida texano?






Foto: ¿Padroneses paseando?


* ¿El crecimiento de un 230% en el índice de sombreros tejanos importados por vendedores ambulantes tiene conexión con el hallazgo?.
* ¿Estaba la gasolinera sita en la plaza del Casino directamente conectada a un yacimento de petróleo?
* ¿Con el auge de las energías renovables estamos en Padrón llegando tarde una vez más?
* ¿Cambiaremos en Pascua los toros por el rodeo?


Foto: ¿Próxima estatua de Camilo Rodríguez homenajeando a los internautas
participativos en estas preguntas?


Puedes participar respondiendo a estas preguntas y a las que se te ocurran, así como hacer comentarios y demás a través del Facebook. Imaginemos, por una vez, que se confirma el rumor e imaginemos cómo esto cambiaría la vida de Padrón. Da rienda suelta a tus ocurrencias como si estuvieras a los lomos de un caballo desbocado pradera abajo.

Actualidad local pensada para residentes y padroneses en la diáspora con la firma de Rigoberto, el Reportero Incierto, para http://humorriskman.blogspot.com/

viernes, 13 de marzo de 2009

STONESURFING



STONESURFING

En el día de ayer tuve una llamada ciertamente inquietante. El móvil me produjo una descarga eléctrica cerca del corazón que hizo ponerse a paso ligero mi marcapasos. Pensé que estaba estropeado, pero cuando vi de quién se trataba ya todo tenía una explicación. La representante de HUMORRISKMAN quería hablar conmigo y yo intentaba compatibilizar mi postura de yoga con la aventura de descolgar el teléfono con incierto éxito. Por fin conseguí simultanear ambas posturas en un alarde desafiando a las leyes físicas. Me anunció una nueva aparición de Humorriskman. Iba a presentar un nuevo deporte de aventura y riesgo. Un nuevo reto para el excéntrico deportista padronés. No me quiso comentar nada más. Inquietante ¿no?

Como las personas nos personamos, me personé en el lugar y la hora pactados. Portaba portátil, móvil, cámara de fotos y un sinfín de gadchet´s inherentes a mi profesión. No podía dejar nada a espensas de la improvisación. Vi de lejos a la manager de Humorriskman acercándose a mí. No podría decir si está buena o no. Sí, tiene algo, pero tampoco es para tanto. No es un cañón de mujer, pero de fea no tiene nada. En fin, que no puedo decir si está buena o no. Lo que sí sé es que nunca me deja hablar directamente con Humorriskman. Según me dice, es él el que no quiere tratar personalmente como persona con los medios. Toda la información nos la da ella, que es del montón, bueno, del montón tampoco. Aproveché para preparar mi grabadora. Su andar no es fino pero tampoco basto, sus pechos no son grandes pero tampoco pequeños, ni caídos, ni turgentes, no es rubia, pero tampoco morena. Estoy pensando que podría ser la media de todas las mujeres que conozco. Seguro que es un referente como muestra en las encuestas. En fin, normal. Es tan normal, que se hace distinta. Bueno, dejemos el tema que a mí no me hace ni fú ni fá.

RIGOBERTO (R).- Hola Judy ¿cómo estás?. Pregunto, no afirmo (je, je, je) – los nervios sin duda me jugaron una mala pasada.

JUDY (J).- Bien Rigoberto, veo que eres puntual. Hoy te traemos un plato fuerte. Tus lectores te lo van a agradecer.

R.- ¿Qué es eso tan fuerte? ¿Qué sorpresa nos trae hoy Humorriskman?

J.- Pues se trata del STONESURFING. Te explico, toma nota. Es una combinación de surf con skate urbano. Lo que en estos deportes es una tabla o un monopatín, aquí se sustituye por una piedra pómez en forma de una especie de tabla que llamamos PÓMEZSTONE.

R.- ¿Tiene algo de particular el pómezstone aparte de ser una piedra pómez? – pregunté.

J.- Pues sí, tiene debajo unas ruedas a modo de monopatín. Es el primer deporte en base a un elemento anfibio. Pionero, vanguardista. Por un lado posee ruedas para el entorno urbano o rural y por el otro flota para el entorno acuático. Es genial.

R.- ¿Ha testado suficientemente el prototipo? - me encanta esta mujer.

J.- Sí. Ha probado el prototipo en el ámbito terrestre haciendo el Camino de Santiago desde Roncesvalles y en el medio acuático se ha hecho la Copa América de Vela. Ambas experiencias positivas a falta de pulir algún detalle.

R.- ¿A qué detalles te refieres? – no es para tanto.

J.- Hemos tenido que revestir el pómezstone con una capa de granito natural para que no desgastara tanto las suelas. En la Copa América, el sufrido de Humorriskman ha acabado sin un callo en el pié, pero con los pies más rojos que el culo de un mandril. Menos mal que el agua marina es excelente.

R.- Sí, excelente. - ¡cómo me pone! – Tienes algún documento gráfico que me puedas facilitar para mis lectores. – pero tiene una nariz un poco respingona.


J.- Cómo no. Aquí lo tienes en el transcurso del Camino de Santiago.




(Humorriskman testando su pómezstone en el transcurso del Camino de Santiago a su paso por la provincia de Burgos. Realiza una pirueta sobre el guarda-rail ejecutando a la perfección una de las figuras del Stonesurfing llamada “On Save-Rail in Burgos”)

R.- Es flipante. – es flipante- ¡Cómo logra dominar ese pedazo piedra sobre el raíl. Debe requerir de una buena condición física. – entre aguileña y chata, le hace interesante.

J.- Sí, lo que se necesita es una buena condición física de base y, eso, Humorriskman la tiene de sobras. Además, requiere un desarrollo importante de los riñones, sobre todo para levantar el pómezstone y permitirle realizar las figuras. –la virtud está en el término medio decía mi madre. – Pero como el movimiento se demuestra andando ya tienes ahí a Humorriskman personado para realizarte una breve demostración de este deporte. Va a intentar una figura llamada “Levitation zebra crossing in Cabío”. Prepara tu cámara.

Así lo hice. Ella pegó un silbido entre agudo y grave, entre alto y bajo, entre corto y largo, vamos, lo justo. Apareció de detrás de la caseta prefabricada el gran Humorriskman. Joder, cuánto le admiro. Venía a una gran velocidad montado en su pómezstone como para coger vuelo y cruzar el paso de peatones. Simultáneamente, se acercaba apresuradamente el camión de los helados con una velocidad exagerada para la limitación de la zona. Se le derriten los helados, pensé. De repente, sin dejar de seguir a Humorriskman con el objetivo de mi cámara, fui yo el que me quedé helado. La trayectoria de Humorriskman y del camión se iban a encontrar en el paso de peatones. Mantuve firme la posición de la cámara, pero tuve que cerrar los ojos. Disparé. Cuando retiré la cámara y abrí los ojos lo ví ahí, elegante, desafiante, levitando en seco, dejó pasar el camión y detuvo el tiempo. Me guiñó un ojo, giró y desapareció entre la arboleda del pinar. Inmediatamente tuve que aflojar el doble nudo de mi corbata y adoptar la posición de yoga para relajar mi marcapasos.



(Levitation zebra crossing in Cabío. Así se llama la figura con la que nos deleitó el gran Humorriskman. Instantánea lograda con gran tesón y profesionalidad. El camión se estrelló en la curva del Camping.)


R.- Guau Judy – está bien, muy bien – es increíble. Gracias por esta exclusiva. Mis lectores te lo van a agradecer toda la vida. – pero no me hace tilín.

Me despedí de Judy, quería algo conmigo o tal vez no, pero puse una excusa para personarme de inmediato en la redacción. El STONESURFING ha llegado. Y ha llegado con fuerza. La noticia me quemaba entre las manos. Mi deber era dárosla a conocer lo antes posible. Y aquí la tenéis. Es vuestra. Verla, olerla, masticarla y digerirla. No se defeca porque no tiene desperdicio. Ahora, después del trabajo bien hecho, pediré un taxi para regresar a casa. Ha sido otro día duro en la vida de este humilde reportero.


Rigoberto, El Reportero Incierto, para humorriskman.blogspot.com

jueves, 12 de marzo de 2009

¿Como conocí a humorriskman?

Humorriskman se cruzó en mi vida una tarde de verano mientras cubría la noticia sobre avistamientos de arroaces en las paelleras de Cabío. Había sido un falsa alarma. Al final se constató que eran meros magmíferos marinos. Meros. El hecho llevó al desencanto a curiosos personados y colegas informadores personados también que acudimos ante la expectativa de una verdadera noticia. A pesar de todo, yo ni me inmuté. Cuando llevas unos años en este oficio te vas curtiendo en estas cosas. 36 grados a la sombra. No hablo de prisiones. Te tomas una caña, te echas un pitillo y te vuelves para la redacción. Eso fue lo que hice. Me senté en la terraza del chiringuito, me aflojé la corbata de doble nudo (me gusta el nudo ancho) y empecé a observar el paisaje mientras no me atendía el atareado camarero. Observé como en aquella playa atestada de gente personada había una especie de oasis, un solar en medio de la marabunta. Había un hombre en él que jugaba a un extraño deporte. Se comportaba de una forma muy rara. Estaba montado en una tabla de bodyboard sobre la arena. Tenía un cubo acastillado que llenaba frenéticamente con arena y lo volvía como si quisiese hacer un castillo, pero, incomprensiblemente, frenaba su gesto antes de posar el cubo. El castillo, inevitablemente, se desmoronaba. Despertó mi curiosidad aquel individuo tan aclamado a cada gesto por los bañistas también personados. En ese momento se personó el camarero atareado. Le pregunté:

RIGOBERTO (R).- Perdona. ¿Qué hace aquel tipo de allí? - señalando con el dedo en un acto efectivo y rentable pero de dudosa educación.
CAMARERO ATAREADO (CA).- Ah! Es HUMORRISKMAN. Está jugando a un nuevo deporte. Viene de las Playas de "Las Playas" de California. - Se quedó mirando hacia el sujeto. Fué como si para él se parara el mundo.
R .- Y de qué deporte se trata, si puede saberse.
CAMARERO MENOS ATAREADO (CMA/antes CA).- Le llaman Beachcasttleboard - dijo en un perfecto inglés - pero ahora mismo lo hace en modalidad "on air". Es increíble - disfrutaba mirándole.

El camarero volvió a su atareo. Yo seguí observando a aquel hombre mientras daba cuenta de mi recién personada caña. No veía ningún sentido a todo aquello. Observé tanto tiempo sin poder sacar nada en claro de aquel deporte que acabé quedándome pasmado con la mirada fija en aquel hombre. Ahí estuvo el punto de inflexión. Mi visión quedó desenfocada y empecé a ver que aquellos movientos con el cubo, la arena y la tabla empezaban a tener sentido. Como si fuera una imangen del "Ojo Mágico". Ahí entré en el juego, llegué a la esencia del beachcasttleboard "on air" sumándome a toda aquella multitud de gente personada y desenfocada que admiraban aquella especie de danza.

Así fue como conocí a Humorriskman. Desde aquel día le sigo y no paro conocer cosas curiosas acerca de él. Investigando, me he enterando de que se dedica a la innovación en deportes de riesgo y aventura y de que empieza a ser una autoridad internacional en este tema. A partir de hoy, informaré de todas las novedades que Humorriskman aporte en este y otros campos.


Rigoberto, El reportero Incierto, para humorriskman.blogger.com